Desde el siglo XIX, el mundo maya ha sido explorado por valientes mujeres y hombres que dedicaron su vida a recorrer a pie las míticas ciudades mayas, quienes, además hicieron valiosas aportaciones a la construcción de este enorme rompecabezas que significa la historia de esta antigua civilización.
Hagamos un pequeño recorrido en el tiempo para conocer a estos grandes personajes.
John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood
En 1840 el abogado estadounidense John Lloyd Stephens y el arquitecto Frederick Catherwood, tuvieron la oportunidad de realizar una de las expediciones más legendarias de la historia moderna, sus relatos e ilustraciones de lo que vieron y vivieron fueron plasmados y compartidos con el mundo en el libro «Incidentes de viaje en América Central, Chiapas”.

“Allí estábamos, frente a los restos de un pueblo peculiar, pulido y educado, que había pasado por todas las etapas características del surgimiento y la caída de las naciones: alcanzaron su edad de oro, y luego declinaron y desaparecieron, completamente ignorados. Los eslabones que los unían a la familia humana se cortaron y perdieron, y esto es lo único que ha quedado de su paso por esta tierra. En la historia del mundo nada me había Impresionado más que el espectáculo de aquella ciudad, en una época grande y hermosa, y ahora destruida, desolada y perdida; descubierta por accidente, tapada por la maleza, y sin siquiera un nombre que la distinguiera.”
Así narró Stephens su llegada a la ciudad maya de Palenque, Chiapas.
La travesía por el mundo maya fue ilustrada por el arquitecto y dibujante Frederick Catherwood. La descripción superó en detalle y exactitud a la información que había en esa época sobre las ciudades mesoamericanas.
Estas son algunos de las obras que Catherwood realizó por su paso en tierras mayas, las cuales siguen siendo importantes referentes de la exploración en Chichén Itzá, la ciudad de los brujos del agua.




Alfred P. Maudslay

Inspirado por los relatos de viajes de Stephens y Catherwood, Alfred P. Maudslay realizó ocho expediciones a la zona maya entre los años 1881 y 1894. Su trabajo más detallado fue en seis sitios: Copán, Quiriguá, Menche (Yaxchilán),Chichén Itzá y Palenque. Tomó fotografías de los monumentos y las inscripciones, e hizo moldes de yeso y papel maché que después fueron enviados a Inglaterra.
Más de 400 figuras son el resultado de la impresionante colección de Maudslay, una de las más importantes relacionada con la arqueología mesoamericana.
Actualmente estos moldes están a cargo del Museo Británico, en donde se siguen haciendo estudios y grandes esfuerzos para su preservación.




Sylvanus Morley
En 1923, el arqueólogo Sylvanus Morley (1883-1948), dirigió una expedición en la que excavó las ruinas mayas de Chichén Itzá, gracias al patrocinio de la Carnegie Institution of Washington y el apoyo de la National Geographic Society.
Morley dio el impulso definitivo a las investigaciones con el hallazgo de 400 columnas (el actual grupo de las Mil Columnas), la reconstrucción del templo de los Guerreros y la identificación del edificio El Caracol como observatorio astronómico, además de propiciar el turismo al alentar la construcción del ferrocarril que uniría Mérida con Chichén Itzá. En estos yacimientos se despertó su interés por los jeroglíficos que encontró en las construcciones mayas; los estudió a fondo y fue uno de los primeros en descifrarlos.

Descifrar los pictogramas mayas se convirtió en la obsesión de Morley durante los 18 años siguientes y, a pesar de declarar que detestaba la selva, se instaló todo ese tiempo con su mujer en la hacienda Chichén, al pie de las ruinas. El resultado de su intenso trabajo lo materializó en numerosas obras, entre todas destaca el libro The Ancient Maya (1946), donde reveló teorías que cimentaron la base de estudios posteriores.
Se dice que Steven Spielberg se inspiró en la vida de Sylvanus Morley para crear el famoso personaje protagonista de la película «Indiana Jones».

Edward Herbert Thompson

Inspirado por los viajes de John Lloyd Stephens, Edward Herbert Thompson decidido dedicare al estudio de la cultura maya,
En 1894, adquirió la Hacienda de Chichén-Itzá, ubicada a un costado de las entonces poco exploradas ruinas mayas. Ahí trabajó durante 30 años, realizó estudios y exploraciones en la zona, en especial dentro del Cenote Sagrado. Estudió los escritos de los evangelizadores de la colonia y dedujo que el fondo del cenote habría valiosos ornamentos con los que habían sido ataviadas las personas ahí sacrificadas.
Regresó a Estados Unidos, aprendió a bucear y llamó a su amigo griego Nicolás (se desconoce su apellido), un pescador de esponjas marinas. Juntos se sumergieron en el Cenote Sagrado y a pesar de la nula visibilidad, encontró esqueletos humanos, discos de oro y jade y representaciones de dioses.

Con esto, prácticamente Edward Thompson se convirtió en el primer buzo de cenotes a cargo de una exploración arqueológica. Posteriormente introdujo una draga al Cenote Sagrado de Chichén Itzá, para extraer los objetos que se encontraban en el fondo.


Durante esos trabajos muchos objetos encontrados y fueron enviados indebidamente al Museo de Arqueología y Etnología afiliado a la Universidad de Harvard (Peabody Museum of Archaeology and Ethnology) aunque, posteriormente, y debido a la intervención del gobierno mexicano, los objetos fueron devueltos.
Tatiana Proskouriakoff

Pionera de la iconografía y de la epigrafía maya. Hizo grandes aportaciones a la arqueología maya, descubrió que los textos y las imágenes mayas monumentales reflejaban eventos históricos y no puramente astronómicos o rituales. También logró identificar a las mujeres en dichos monumentos donde otros investigadores antes veían sacerdotes de largas túnicas.
Tatiana Proskouriakoff, nació en Siberia en 1909. Ingresó en los estudios de arqueología maya como una arquitecta. Su interés y profesión se extendieron a incluir el arte, la arquitectura y la epigrafía de los mayas antiguos. Sin duda, una gran artista, su contribución a los estudios de la cultura maya, cambió la percepción y las metodologías brindando una visión más amplia del antiguo mundo mesoamericano.


Alice Dixon y August Le Plongeon

Alice Dixon Le Plongeon (1851–1910), fue fotógrafa, arqueóloga y escritora inglesa, aprendió el arte de la fotografía por su padre, Henry Dixon, un fotógrafo de finales del siglo XIX. Junto con su esposo Augustus Le Plongeon, pasó once años viviendo y trabajando en el sur de México y Centroamérica, fotografiando y estudiando las ciudades en ruinas de la civilización maya precolombina. Los dos hicieron algunas de las primeras fotografías de Chichén Itzá y Uxmal, contribuyeron no sólo con un manual, varios artículos especializados y novedosas técnicas fotográficas en ambientes tropicales, sino con cerca de 2,400 fotos y negativos en placas de vidrio que conforman un vasto archivo visual de la región.
A pesar de sus grandes aportaciones, los Le Plongeon desarrollaron varias teorías especulativas sobre los orígenes de los mayas, que hoy en día están completamente descartadas por la arqueología maya moderna. De acuerdo con las teorías de August Le Plongeon, la civilización maya había estado en comunicación directa con el continente perdido de la Atlántida y con el antiguo Egipto y, además, Jesús había sido influenciado por los mayas y hablaba su lengua.
Durante sus exploraciones en Chichén Itzá, descubrieron el “guerrero poderoso”, Chacmool, pieza arqueológica que pronto fue reclamada por el gobierno mexicano. Sin embargo, de las excavaciones en el sitio, Alice conservó una valiosa pieza de jade, la cual atesoró el resto de su vida, aseguraba que se trataba del talismán de la reina Moo (Atlántida).

Merle Greene Robertson
Merle Greene Robertson, fue artista, historiadora del arte, fotógrafa y mayista, ampliamente reconocida por sus grandes contribuciones a la investigación y la conservación del arte, la iconografía y la escritura de la civilización maya.
Merle es quizás mejor conocida por sus impresiones en papel de arroz de esculturas mayas. Combinando una antigua técnica oriental con tecnología computacional contemporánea, Merle realizó calcas de esculturas en relieve e inscripciones de las ciudades mayas más relevantes. Las fotocopias escaneadas de su trabajo están disponibles gracias a Mesoweb (www.mesoweb.com/rub/rubbingsdatabase.html).
Merle Greene transformó esta técnica en un arte y puso asimismo en evidencia la utilidad de las calcas como forma de documentación de la escultura maya en relieve.


